LA HISTORIA DE LAS COSAS

A lo largo de la evolución la Tierra sufrió catástrofes ambientales y tuvo la capacidad de regenerarse, hasta que el ser humano alteró el equilibrio.

A medida que la población mundial crece aceleradamente, también crece la necesidad de alimentarla y suministrarle lo necesario para tener una "vida digna". Esto significa más explotación, más producción, más comercialización, más consumo y más basura, lo que redunda en mucha más contaminación; así hay cada vez menos recursos, menos aire puro, menos agua potable, menos vida.

Cada vez se busca explotar más recursos sin importar las consecuencias al ecosistema; esto, impulsado por el afán de poder y dinero de unos pocos que acaparan las ganancias a costa del trabajo de muchos y que despliegan su maquinaria con la excusa de proveer de productos y servicios a compradores, seres igual o aún más irracionales que buscan satisfacer necesidades superficiales.

Pero existen salidas al caos, implementando prácticas industriales más eficientes, conservando los recursos naturales, generando menos basura, reciclando la que se produce y sobre todo cambiando la mentalidad y dejando la indiferencia hacia esta problemática, haciendo nuestra parte por pequeña que parezca, nos daremos tiempo para retribuir en algo al planeta todo lo que nos provee.